Entrevista Lourdes Garrigós
Nuestra formadora Lourdes Garrigós nos cuenta sus inicios en Cumbres y el día a día para preparar a sus alumnos para recibir la 1º comunión.
¿Por que decidiste ser formadora?
Desde muy pequeña tuve clara mi vocación como maestra. Siempre me ha gustado estar con los niños, jugar y aprender con ellos. A lo largo de mi vida, que ya no es corta, acabo de cumplir los 60, he disfrutado mucho con mi trabajo, y hoy, gracias a Dios, lo puedo seguir haciendo.
¿Como fue tu primer día como formadora?
Pues si te dijera que lo recuerdo, no diría la verdad. Supongo que estaría emocionada, feliz y también nerviosa. Comencé con 21 años, así que imagínate, casi una niña, como mis alumnos. Son 39 años de recuerdos y vivencias que forman parte de mi vida, me acompañan y me ayudan a superarme día a día. Para mí, tan importante y tan especial fue el primero como todos los demás. Me siento privilegiada por tener un trabajo que me apasiona, bueno, eso que llamamos VOCACIÓN, un gran regalo.
¿Siempre has preparado a los alumnos para recibir la comunión, cuéntanos un poco más sobre esta experiencia?
Pues hablando de regalos, ese es uno de los GRANDES, uno de los que Jesús me tenia preparado. Hasta que no llegué a Cumbres, después de 13 años de docencia en otros dos colegios donde fui profesora de Primaria en las asignaturas troncales, no comencé a dar clases de Religión y preparar a los niños para recibir a Jesús en la Primera Comunión .
Fue muy gratificante que los padres legionarios confiaran en mí para una labor tan especial. Ya había colaborado en varias parroquias como catequista, y el tener la oportunidad de hacerlo en el colegio, a diario, y con mis alumnos me ha hecho crecer como persona. Gracias a todos ellos mi vida espiritual se ha ido enriqueciendo. Vivir juntos la experiencia De Dios es una bendición. En la sencillez de los niños, la espontaneidad y la alegría, Jesús se hace presente.
¿Qué 3 cosas le dirías a un antiguo alumno?
1. Conócete y encuentra tu misión en la vida.
2. Se valiente y ayuda a los demás.
3. Alégrate y da gracias a Dios porque Él está contigo.
¿Cuéntanos una anécdota divertida?
Miles, yo diría que en tantos años , millones, y eso sin exagerar. Pero cada anécdota ha sido especial por algo y para algo, así que no podría contarte una sola. Por eso recuerdo todas con mucho cariño y siempre me hacen sonreír.
También es muy importante para mí el clima de compañerismo, amistad y unión que siempre hemos vivido en el colegio entre los profesores. Siempre me he sentido muy apoyada y valorada.
Por eso no me cansaré de dar las GRACIAS.
Muchas gracias Lourdes.